Netflix es especialista en llevar a cabo series de animación para adultos que están a la altura del resto de sus ficciones. Producciones como Bojack Horseman, Love, Death & Robots, Arcane o Desencanto demuestran que la plataforma de VOD es la mejor a la hora de llevar a cabo series originales de este estilo. Sin embargo, en los últimos años hay una serie que ha destacado incluso por encima del resto: Cortar por la línea de puntos.
Lanzada a finales de 2021, Cortar por la línea de puntos es una serie creada por el dibujante de cómics italiano Zerocalcare, y en su momento se convirtió en todo un fenómeno de la plataforma. Tanto fue así que no se quedó sola, y apenas año y medio después se estrenó su secuela independiente, Este mundo no me hará mala persona.
Ambas series son de las mejores producciones a nivel de guión y emoción que se han hecho nunca en Netflix, y sin duda merecen ser vistas para entender el porqué de su fenómeno. Y es que, si bien te puedes hartar de reír con Cortar por la línea de puntos, lo que queda al final es un mar de lágrimas. Algo que solo los mejores autores son capaces de conseguir. Pero ¿qué hace tan especial a esta serie y su secuela?
La magia narrativa de Zerocalcare
Cortar por la línea de puntos ha llegado a los corazones del público por su maestría a la hora de retratar la juventud tardía, equilibrando hábilmente elementos de comedia, reflexión y golpes emocionales. Zerocalcare, quien es también el protagonista de la serie, imprime su sello personal en cada aspecto de la producción, desde el guión hasta las voces de los personajes. Así, a través de la vida de Zero, su álter ego, el espectador es transportado a un mundo de incertidumbre y desilusión, donde las relaciones, el trabajo y la identidad se entrelazan en un viaje de autodescubrimiento y aceptación.
La serie destaca por su inteligencia y su capacidad para mantener al espectador cautivo con una narrativa vertiginosa y llena de referencias culturales. Los rápidos monólogos de Zero, acompañados de una animación ágil, desafían al público a mantenerse al día con el ritmo frenético de la historia. Pero, a medida que avanza la trama, la serie evoluciona hacia un retrato más profundo de la condición humana, explorando temas universales como el miedo al fracaso, la búsqueda de significado y la lucha por la identidad.
Este mundo no me hará mala persona, por su parte, expande aún más el universo creado por Zerocalcare, abordando temas sociales más amplios y actuales. La serie, aunque independiente de su predecesora, comparte el mismo tono audaz y la misma conciencia social, ofreciendo una mirada crítica a la realidad política y cultural contemporánea.
El regreso de Zero y sus amigos en esta segunda entrega nos sumerge en un mundo marcado por la inestabilidad financiera, la manipulación mediática y la precariedad laboral. A través de sus aventuras y dilemas, la serie nos invita a reflexionar sobre la importancia de la amistad y la solidaridad en un mundo cada vez más dividido y desigual.
Ambas series, aunque abordan temas serios y profundos, no carecen de humor y humanidad. La combinación de elementos cómicos y dramáticos crea una experiencia emocionalmente rica y satisfactoria para el espectador, que se ve reflejado en los personajes y sus luchas internas.
Sin duda, son dos de las mejores series que puedes ver en Netflix. Lo tienen absolutamente todo para quienes busquen historias retadores y que les hagan pensar más allá del puro entretenimiento. A su vez, son ficciones divertidas, llenas de pasión y que puedes ver en maratones seguidas. Joyas de Netflix que esperamos que sigan expandiéndose en el futuro.
