Desde que terminó Juego de Tronos en 2019, las plataformas de streaming han buscado de manera directa un sustituto para la épica medieval de la serie de George R.R. Martin. Así, desde spin-offs directos como La Casa del Dragón hasta imitaciones algo extrañas en otros mundos como Los Anillos de Poder han surgido para intentar igualar el trabajo previo de David Benioff y D. B. Weiss. Pero, de momento, ninguna había llegado a su altura.
Esto es algo que ha cambiado, aunque con reservas, con Shogun. La serie de Disney Plus ha completado ya los nueve episodios de su primera y única temporada, y lo ha hecho con la certeza de que es de las pocas ficciones que han estado a la altura de una serie medieval como lo fuera Juego de Tronos en su día.
Eso sí, Shogun es mucho más (y muy diferente) a esta serie: es una ficción basada en el Japón feudal con una historia clásica basada en el libro de James Clavell de 1975. De hecho, ya en 1980 se hizo una adaptación en formato miniserie de la novela, que marcó una época en su momento. Pero, siendo honestos, la versión de Disney Plus está en otro nivel.
Pesquisas políticas, batallas medievales y mucho más
El éxito de una serie de puede medirse por diversos factores: desde su trama intrigante hasta la calidad de sus actuaciones, pasando por la fidelidad histórica y la capacidad para transportar al espectador a otro mundo. En el caso de Shogun, todos estos elementos convergen para ofrecer una experiencia única. Os aseguro que nunca os habéis adentrado tanto en el Japón feudal como en esta serie.
La serie nos introduce en un mundo de intrigas políticas, luchas de poder y un vasto elenco de personajes que luchan por sobrevivir en un contexto histórico tan complejo como fascinante. Así, a través de una narrativa visualmente impresionante y una trama emocionante, la serie nos lleva hasta el Japón del siglo XVII de una manera que pocos otros shows han logrado.
Uno de los aspectos más destacados de Shogun es su capacidad para equilibrar la fidelidad histórica con la narrativa ficcional. Tanto la serie como la anterior novela se inspiran en hechos reales para construir su trama, pero también se permiten ciertas licencias creativas para mantener a la audiencia atenta. De este modo, se crea un combo único de elementos históricos y ficticios para crear un mundo rico y auténtico.
Además, Shogun se beneficia de un elenco talentoso que da vida a sus personajes de manera única. Desde Cosmo Jarvis como el intrépido John Blackthorne hasta Hiroyuki Sanada como el hábil y calculador Yoshii Toranaga, cada actor aporta profundidad y complejidad a sus respectivos roles, haciendo que el espectador se sienta verdaderamente invertido en el destino de estos personajes.
Pero, más allá de su elenco y su trama, lo que realmente distingue a Shogun es su capacidad para transportar al espectador a otro tiempo y lugar. A través de su impresionante dirección artística y su meticulosa atención al detalle, la serie recrea magistralmente la Japón feudal del siglo XVII, desde sus exuberantes paisajes hasta sus majestuosos palacios y fortalezas. Cada escena está cuidadosamente elaborada para capturar la esencia y la atmósfera de la época, sumergiendo al espectador en un mundo que parece sacado directamente de las páginas de la historia.
Eso sí, a pesar de todas sus virtudes, Shogun no está exenta de defectos. El ritmo, sobre todo en sus primeros episodios, es algo pausado en ocasiones y atropellado en otras, perdiendo algo de la narrativa de camino. Es fácil perderse en la trama de Shogun, y no os culpo si en alguna ocasión tenéis que darle hacia atrás a algún diálogo para pillar todas sus pesquisas. Incluso, algunos han señalado a Cosmo Jarvis como un mal Blackthorne… aunque he de decir que no podría estar más en desacuerdo.
Sea como sea, estos pequeños inconvenientes no empañan en modo alguno el impacto general de la serie, que sigue siendo una obra impresionante en su conjunto y, de momento, la ficción de mayor impacto en 2024. Así que no lo dudes: si quieres una experiencia completamente única, Shogun es la mejor opción que tienes a tu disposición.
