A estas alturas, no hace falta que justifiquemos por qué deberíais tener Apple TV+. La plataforma de streaming de Tim Cook es una de las mejores de la actualidad, y para darse cuenta de ello solo hay que echar un ojo a la calidad de sus series. Ya no es solo que inviertan en grandes actores y se gasten una millonada en cada producción, sino que la calidad de sus guiones e historias acompaña por completo a esta inversión.
Sin duda, si eres fan de la ciencia ficción, Apple TV+ es el mejor lugar al que puedes recurrir. Pero no solo eso: en el servicio de VOD hay lugar para todo tipo de géneros y formatos, y además cuenta con actuaciones ocultas de actores de primer nivel en Hollywood. Es el caso de Jason Momoa con la sorprendente See, y también el de Samuel L. Jackson con la impresionante Los últimos días de Ptolemy Grey.
Así es, el actor fetiche de Quentin Tarantino, más popular en los últimos años por dar vida al implacable Nick Fury en el Universo Cinematográfico de Marvel, es el protagonista de una miniserie que, a pesar de que en su momento dio algo que hablar, ha pasado algo desapercibido entre el vasto catálogo de Apple TV+.
Estrenada en 2022, Los últimos días de Ptolemy Grey es una de las mayores apuestas de la historia de la plataforma, y también una de las mejores historias que puedes encontrar allí. Sin duda, Samuel L. Jackson hace uno de los mejores papeles de su carrera, pero este no es el único motivo por el que deberías darle una oportunidad.
La interpretación más dura de Samuel L. Jackson
Los últimos días de Ptolemy Grey emerge como una conmovedora miniserie que captura el alma de un protagonista en sus últimos días. Desde el primer momento, somos testigos de la vida de Ptolemy, un anciano que se aferra a los fragmentos de su memoria mientras se sumerge en los rincones oscuros de la demencia. Samuel L. Jackson, como decimos, brilla personificando a Ptolemy con una profundidad y autenticidad que trasciende la pantalla. Nos sumerge en su dolor, en su soledad y en su lucha por encontrar sentido en un mundo borroso y desdibujado, de una forma que pocas veces ha conseguido antes el cine.
La serie, basada en la novela homónima de Walter Mosley, es un viaje emocional que atraviesa las capas más profundas del ser humano. A través de flashbacks meticulosamente tejidos, exploramos los momentos clave de la vida de Ptolemy, desde su amor perdido hasta los traumas de su infancia en un entorno racista y esclavista en el sur de Estados Unidos. Estos momentos no solo añaden profundidad al personaje, sino que también ofrecen una reflexión poderosa sobre la memoria, la identidad y la resiliencia.
Más allá de Jackson, la cautivadora actuación de Dominique Fishback como Robyn aporta una autenticidad palpable a su personaje. La química entre Jackson y Fishback es especialmente notable, creando una conexión genuina que trasciende las barreras generacionales y emocionales.
Más allá del elenco, la dirección magistral de la serie, junto con su impresionante dirección fotográfica y su evocadora banda sonora, contribuyen a crear una experiencia cinematográfica que va mucho más allá de cualquier miniserie de este estilo. Cada episodio está meticulosamente elaborado, construyendo una narrativa rica y envolvente que, a su vez, cuenta con una estructura interna funcional.
Pero, a pesar de su poder emocional y su belleza cinematográfica, Los últimos días de Ptolemy Grey no es una serie sin sus defectos. Algunos críticos han señalado que la trama se vuelve un tanto predecible hacia el final, y que ciertos momentos pueden resultar redundantes o excesivamente sentimentales. Sin embargo, estos pequeños detalles no logran opacar el impacto general de la serie, que sigue siendo una obra poderosa y conmovedora para corazones sensibles.
Sin duda, la serie no teme explorar los rincones más oscuros y complejos de la experiencia humana. A través de la historia de Ptolemy, somos testigos de la fragilidad y la fuerza del espíritu humano, así como de la capacidad del amor y la conexión para trascender incluso las circunstancias más desgarradoras. Una a puesta única de Apple TV+ que nos regala al Samuel L. Jackson más gratificante.
