Es una de las pesadillas más recurrentes de cualquier adulto: tener una reunión y que nada funcione, el Powerpoint sea de otra cosa, falten páginas en la presentación, salte una página porno en Internet y, además, tú te hayas olvidado el traje y estés vestido solo con tu ropa interior. Bueno, pues esta absoluta angustia existencial oficinista es la que sintió Corinne Busche, la directora de Dragon Age: The Veilguard, cuando llegó la hora de enseñárselo a los mandamases de Electronic Arts.
Suscríbete a la Newsletter de Softonic y recibe las últimas noticias en tech, juegos, entretenimiento en tu buzón de correo
Suscríbete (es GRATIS) ►Todo roto
BioWare lleva una década preparando la cuarta entrega de Dragon Age, y, según se cuenta, los testeadores ya han jugado más de 200.000 horas. Sin embargo, había diez minutos que lo iban a decidir todo: una demo que Busche iba a jugar en las oficinas de Electronic Arts para demostrarles que el juego iba viento en popa. La directora se juntó con la presidenta de EA, Luara Miele, y su CEO, Andrew Wilson, y se estuvo preparando durante días para impresionarles.
Se conocía la demo como la palma de su mano, sabía perfectamente lo que tenía que hacer y cómo hacerlo. Pero, por supuesto, en el momento en que le tocó luchar contra un Demonio del Orgullo, este golpeó al personaje fuera del escenario, cayó por un precipicio y murió. Es algo lógico, por otro lado, es un enemigo complejo de vencer y el nuevo gameplay de The Veilguard no lo iba a poner nada fácil.
Tras caer en el destino y volver otra vez, el CEO de la empresa se giró a ella y le dijo “Bueno, al menos tus tiempos de carga son buenos”. Oye, menos da una piedra. Al final, claro, el juego continuó adelante, y lo veremos en PS5, Xbox Series y PC el 31 de octubre. Eso sí, tened cuidado si os cruzáis con un Demonio del Orgullo. Nunca se sabe cuándo puede arruinarte una reunión.
